Honduras, el segundo país con mayor tasa de informalidad laboral en América Latina

Honduras, el segundo país con mayor tasa de informalidad laboral en América Latina

REDACCIÓN. Un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), revela que Honduras y Guatemala presentan tasas de informalidad laboral que superan el 80 %, ubicándose en el segundo y tercer lugar de la lista de países con mayor empleo precario en Latinoamérica. Honduras, con un 82 %, es superada solo por Bolivia, que registra un 84 %. Guatemala sigue de cerca con un 79 %.

La Cepal destaca que el promedio de informalidad en América Latina es de 55.6 %, un porcentaje que contrasta notablemente con los de los países de la Unión Europea, donde las tasas son significativamente más bajas.

PÉRDIDAS ECONÓMICAS

Alejandro Kafati, economista hondureño, considera que esta situación no es sorprendente.

«No es un secreto que Honduras lidera la informalidad en América Central», afirmó. Kafati señaló que la informalidad conlleva la pérdida de alrededor de 50 mil millones de lempiras anuales en impuestos.

«Esta realidad perpetúa un ciclo vicioso que impide a los hondureños avanzar hacia la prosperidad y salir de la pobreza», agregó.

Desde el sector privado, Kafati propuso un pacto por el empleo que contemple estrategias para mejorar la formalización de empresas y trabajadores. No obstante, enfatizó que es crucial que el gobierno aborde esta problemática como una prioridad en las políticas pública.

El informe de la Cepal no solo expone la alarmante situación en Honduras y Guatemala, sino también las dificultades que enfrentan otros países centroamericanos.

El Salvador tiene una tasa de informalidad del 69 %, y Panamá, del 55 %. En contraste, Costa Rica se destaca como la economía con menor informalidad en Centroamérica, con un 38 %, ubicándose entre los países con mejores indicadores en la región.

AMENAZAS A LAS FINANZAS PÚBLICAS

Daniel Suchar, economista costarricense, advirtió que la informalidad es un fenómeno complejo y peligroso.

«Las finanzas públicas se debilitan cuando gran parte de la población no tributa ni tiene acceso a la seguridad social», explicó, resaltando que esto pone en riesgo la estabilidad económica del país.

Suchar apuntó que, aunque es fácil dirigir esfuerzos contra grandes empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales, el verdadero desafío radica en abordar la informalidad atomizada, donde pequeñas y medianas empresas operan sin reportar ingresos ni cumplir con regulaciones, afectando así las finanzas públicas y la calificación de riesgo país.

IMPACTO SOCIAL

La informalidad también tiene repercusiones sociales significativas.

Suchar señaló que un alto nivel de informalidad está vinculado a una mayor inseguridad ciudadana. La falta de regulaciones promueve prácticas ilícitas, generando desconfianza y descontento entre la población.

Un ejemplo son los préstamos informales o «gota a gota», donde prestamistas operan sin garantías ni regulaciones, lo que no solo afecta la economía de los prestatarios, sino que también fomenta la violencia y la justicia por mano propia.

CIFRAS ALARMANTES 

En Honduras, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), reporta que 2.2 millones de personas enfrentan problemas relacionados con el empleo, lo que representa el 58 % de la fuerza laboral.

Esa cifra incluye a desempleados, subempleados y aquellos que laboran menos horas de las necesarias para cubrir sus necesidades básicas.

Los jóvenes son los más afectados, con una tasa de desempleo del 58 %, en comparación con el 45 % entre los adultos, según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).