Aranceles contra México, Canadá y China por tráfico de fentanilo entrarán en vigor el 4 de marzo

ESTADOS UNIDOS. El Gobierno aplicará a partir del 4 de marzo los nuevos aranceles a productos de China, en un intento de presionar a Beijing para frenar el flujo de fentanilo y otras drogas sintéticas hacia el país, según un comunicado del presidente Donald Trump publicado en su red social Truth.
Según Trump, “las drogas todavía están entrando a nuestro país desde México y Canadá a unos niveles muy altos e inaceptables. Un gran porcentaje de estas drogas, muchas de ellas en forma de fentanilo, se hacen o son provistas por China“.
“No podemos permitir que este azote continúe dañando a los Estados Unidos y, por lo tanto, hasta que no se detenga o sea limitado de manera seria, los propuestos ARANCELES programados para entrar en vigor el CUATRO DE MARZO, entrarán, por supuesto, en vigor como estaba previsto”, aclaró Trump.
El mandatario añadió que a comienzos de abril se pondrán en marcha “los segundos aranceles recíprocos”.
El miércoles, al inicio de su primera reunión de gabinete de Gobierno, Trump pareció indicar que todos los aranceles previstos por su Administración se postergaban al 2 de abril.
A inicios de febrero, Trump decidió dar un mes de gracia a México y Canadá para demostrar progresos en la lucha contra el fentanilo y la inmigración y ambos vecinos norteamericanos anunciaron medidas a ese respecto.
La semana pasada, el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, y el viceprimer ministro de China, He Lifeng, mantuvieron una primera videollamada para abordar la relación comercial entre ambos países, los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump y la lucha contra el tráfico de fentanilo, una de las principales prioridades de la Casa Blanca.
Según un comunicado del Departamento del Tesoro, Bessent expresó “serias preocupaciones” sobre la falta de avances de China en la lucha contra el narcotráfico, así como por los desequilibrios económicos y las políticas comerciales que considera “injustas”.
Además, subrayó el compromiso de la Administración de proteger la economía estadounidense, a los trabajadores y la seguridad nacional.
Washington sostiene que China es un proveedor clave de precursores químicos utilizados en la fabricación del fentanilo, un opioide vinculado a unas 70,000 muertes por sobredosis al año en EE.UU.