Cardenal Rodríguez dice que la violencia y el odio están destruyendo a Honduras
“Hay que tratar de vencer la injusticia con la justicia” instó el líder de la Iglesia católica.

Cardenal Rodríguez dice que la violencia y el odio están destruyendo a Honduras  “Hay que tratar de vencer la injusticia con la justicia” instó el líder de la Iglesia católica.

El religioso llamó a la sociedad a ser más tolerante, a practicar el amor al prójimo y a poner en práctica el amor y las enseñanzas de Dios.

TEGUCIGALPA. En la homilía impartida en la Basílica Menor de Suyapa, en esta ciudad, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, manifestó que el país tiene dos componentes que lo están destruyendo; la violencia y el odio en todas partes.

“La violencia y el odio destruyen el país y fomenta las guerras en el mundo. Estas acciones generan violencia, muertes que solo dejan luto y dolor entre las familias”, dijo el religioso al tiempo de instar a la población hondureña a perdonar y hacer el bien a fin de construir un país mejor.

Rodríguez cuestionó que nadie piensa en las guerras que se mantienen en muchos países y que es algo que se debe de hacer, incluso en la guerra contra las pandillas a la que se enfrentan las autoridades de Seguridad.
«Pensemos simplemente en la cantidad de guerras que hay ahora en este Siglo 21, la más clamorosa es la de Ucrania, pero quién piensa en Sudán, quién piensa en Somalia, quién piensa en los países del Este del mundo, quién piensa en la guerra interna de pandillas que se matan entre ellas, también en nuestro país», acotó.

Asimismo, lamentó que producto de este conflicto, la humanidad se está destruyendo así misma, por lo que hay que cambiar esa dinámica. “La expresión perfecto hay que traducirla como misericordioso, por lo que, hay que cambiarla con letra fuerte, para que nunca nos devolvamos mal por mal, sino que hay que hacer el bien y no nos cansemos de hacerlo para cambiar a Honduras. Solo el amor y la misericordia de Dios puede superar las divisiones en el mundo”, manifestó.

CAMBIO

Entre tanto, señaló que solo Dios y una entrega genuina puede marcar la diferencia, en tal razón, reflexionó que “hay que tratar de vencer la injusticia con la justicia. La alternativa que propone Jesús es desarmar el corazón. Jesús propone la paz interior, el amor, el perdón, nos invita a liberarnos de la trampa de la violencia, de la competitividad, del rencor que desgasta y mata poco a poco nuestras energías».

Finalizó aconsejando a que se debe aprender a perdonar y buscar a poner en práctica los estatutos de la Ley de Dios. «Honduras se mata y se sigue matando, y eso quiere decir que no hemos aceptado la Ley de Cristo, de no matarás. Nuestra sociedad hondureña no va a cambiar sino logramos que cambiemos las personas», acotó.

Y concluyó «amar al enemigo no significa tampoco tolerar las injusticias y retirarse de la lucha contra el mal, de ninguna manera. Amar al enemigo significa aceptarlo, respetarlo y mirarlo con misericordia y no tiene ningún mérito amar solamente a los que nos aman».

Además: El mensaje del cardenal hizo referencia al alto índice de criminalidad que enfrenta la sociedad hondureña y que eso está provocando que la sociedad y la convivencia esté en decadencia, a falta de tolerancia, temor a Dios, amor al prójimo y el respeto.

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