Conflicto religioso: Dos iglesias hondureñas “pelean” edificio del templo

La pugna por el templo la enfrentan la Iglesia Aposento Alto y Asambleas de Dios en Honduras.
COMAYAGÜELA. Miembros de la Iglesia Aposento Alto, ubicada en la colonia El Pedregal de esta ciudad, protestaron este martes contra la entrega del edificio donde se congregan, cuya propiedad reclama la Conferencia Evangélica Asambleas de Dios en Honduras y que la justicia fallara a favor de esta última.
Hoy la Policía Nacional llegó al lugar con una orden de desalojo emitida por un juez y ante tal acción, algunos feligreses de la Iglesia Aposento Alto lloraron, gritaron y hasta una persona, adulta mayor, sufrió un desmallo, queriendo impedir el ingreso de los agentes al inmueble y solicitando que los dejaran sacar sus pertenencias.
«¡Váyanse de aquí!», gritaban los fieles a los policías, en un intento fallido por evitar que las autoridades abrieran los portones y tomaran control del edificio.
Según informaron algunos miembros de Aposento Alto, la construcción del templo costó 45 millones de lempiras, que fueron financiados con donaciones, diezmos y ventas de comida que ellos realizaron. A su vez relataron que, tras integrarse a la Conferencia Evangélica Asambleas de Dios, esta los hizo firmar documentos sin informarles que cedían la propiedad.
SEÑALAMIENTOS DE APOSENTO ALTO
Mediante un comunicado, la congregación Aposento Alto del Pedregal, declaró que se desligó de Asambleas de Dios «por las intrigas y mal sanas intenciones de ciertos miembros de la feligresía que la integraba anteriormente».
También acusaron a la Conferencia de actuar «por ambición de poder religioso» y afirmaron que «no protege a ninguna de las iglesias afiliadas a ella. Si no, pregúntense qué hacen con los dineros que todas las congregaciones le aportan anualmente y si rinden cuentas como realmente manda la ley».
«Así como le está pasando en este momento a la feligresía de la iglesia El Pedregal, le pasará a cualquier iglesia que no esté de acuerdo con las decisiones que adopte la Conferencia Evangélica», añadió Aposento Alto.
La congregación también afirmó que la Conferencia busca imponer un pastor bajo su cobertura en Aposento Alto, pero que no están dispuestos a seguir sometidos a «estatutos que violan los derechos fundamentales de los miembros, cuya integración debe ser una decisión voluntaria».
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ORIGEN DEL CONFLICTO
El conflicto se remonta a 2021, tras el fallecimiento del pastor fundador Luis Alberto Calix. Desde entonces, la comunidad ha atravesado divisiones internas respecto a la dirección de la iglesia.
Marlon Arévalo, representante legal de Aposento Alto, expresó que se trata de una “estafa ideológica”, alegando que la condición impuesta al fallecido pastor para afiliarse a la confederación religiosa fue transferir el inmueble a nombre de las Asambleas de Dios.
“Por más de 28 años trabajamos para construir esta iglesia. Vendimos nacatamales, pupusas… ellos no pusieron ni un ladrillo aquí”, afirmaron feligreses entre lágrimas. Al mismo tiempo señalaron que no están dispuestos a abandonar el templo que consideran suyo. La comunidad ha manifestado su disposición a resistir pacíficamente el desalojo, alegando que se trata de una imposición injusta.
Por otro lado, Lisandro Ochoa, representante legal de la Conferencia Evangélica Asambleas de Dios, aseguró que “en juicio se ha demostrado que la Conferencia Asamblea de Dios es la legítima propietaria del inmueble”.
También, uno de los pastores de la Conferencia Evangélica, identificado como Mario, declaró a los medios de comunicación que los miembros de Aposento Alto pueden seguir congregándose en el edificio, siempre que «respeten su forma de gobierno», y que el pastor debe ser elegido mediante votación mayoritaria.
En ese sentido, negó que la Conferencia esté imponiendo líderes y aseguró que la actual pastora de Aposento Alto fue elegida por una minoría de la congregación.