Doloroso adiós le dan a niño muerto a causa de una bala perdida
Entre la impotencia esta madre lloró la muerte de su hijo. El niño fue sepultado en el cementerio ubicado en el barrio Mejía de La Ceiba.

Por el momento las autoridades policiales desconocen el paradero e identificación de los responsables de la balacera.

LA CEIBA, ATLÁNTIDA. Dolor, tristeza y sobre todo impotencia es lo que predominó en el último adiós que familiares le dieron ayer al niño Marvin Omar Ebanks Sevilla, de apenas ocho meses de nacido, quien perdió la vida producto de una bala perdida.

Entre el llanto, los padres del menor lamentaban ver a su pequeño hijo dentro del féretro color blanco; mismo que fue cargado por ellos hasta el cementerio ubicado en el barrio Mejía de esta localidad donde fue enterrado.
Cabe señalar que, el trágico suceso ocurrió la noche del 31 de diciembre en la colonia San Judas siempre en este término, cuando el menor caminaba junto a su hermano y delincuentes comenzaron a realizar una balacera en contra de un grupo de personas; desgraciadamente una de las balas impactó en el niño quien murió instantáneamente.

Es importante mencionar que, producto de esta misma balacera, también resultó gravemente herido el hermano de 17 años con quien caminaba el niño, el cual fue trasladado de emergencia al Hospital Mario Catarino en San Pedro Sula, en donde fue intervenido quirúrgicamente, ya que una bala se le incrustó en su cabeza y ahora se debate entre la vida y la muerte.

INVESTIGACIÓN

Autoridades que conocen el caso, señalaron que ya levantaron un expediente investigativo para determinar la causa del ataque de los gatilleros, de igual forma, tratar de identificarlos y darles captura para que respondan por la muerte del menor.

Entre tanto, los padres de ambos menores manifestaron que solo esperan que los agentes policiales hagan su trabajo de la mejor manera y que aprehendan a los responsables de causarles tanto dolor.

Además: Honduras registró a principio del año dos muertes de menores de edad producto de balas perdidas; uno de ellas fue la del niño Marvin Omar Ebanks Sevilla y la segunda se dio en Catacamas, Olancho, donde murió Ronald José Valdez (17).