Emprendedora hondureña transforma receta casera en negocio nacional de salsas

Emprendedora hondureña transforma receta casera en negocio nacional de salsas
La emprendedora, Katia Hernández en la Revista Salió el Sol.

SAN PEDRO SULA. En uno de los momentos más inciertos de la historia reciente, nació una marca que hoy representa constancia, pasión y mucho sabor: «American Dip».

Este negocio de salsas artesanales fue fundado en plena pandemia de 2020 por Katia Hernández, y actualmente se ha consolidado como una de las propuestas más originales en su rubro, dentro de Honduras.

Katia recuerda con claridad esos inicios, cuando junto a su esposo, su compañero de vida y de sueños, comenzó a experimentar con recetas caseras.

Lamentablemente, un año después, él falleció a causa de la COVID-19. A pesar del duro golpe, ella decidió continuar el legado que juntos comenzaron.

“Iniciamos en pandemia, exactamente en 2020, y ya llevamos cinco años en el mercado, distribuyendo nuestros productos a nivel nacional”, relató Katia con mucho orgullo.

Lo que comenzó como un proyecto casero, hoy tiene presencia en más de 12 puntos de venta, incluyendo supermercados como Colonial, El Comisariato, «American Market» y varias carnicerías premium en todo el país.

Nortenas american dip
Lo que comenzó como un proyecto casero, hoy tiene presencia en más de 12 puntos de venta.

El proceso de elaboración de las salsas es completamente artesanal y cumple con los protocolos sanitarios exigidos.

“Cada receta tiene su propio proceso; todas son únicas”, explicó la fundadora.

En cuanto a precios, Katia comentó que “varían según el punto de venta, pero oscilan entre los 150 y 180 lempiras”. Para quienes deseen adquirir sus productos o contactarla directamente, pueden encontrarlos en redes sociales como American Dip HN o comunicarse al número 8998-2288.

“Siempre estamos activos y respondiendo. Si alguien desea ser distribuidor directo, ofrecemos precios especiales. También atendemos pedidos individuales sin problema”, agregó.

Detrás de este emprendimiento no hay socios ni grandes empresas. “Solo estoy yo como dueña y representante. Mi único socio es Dios”, afirmó Katia, quien actualmente lidera un equipo de colaboradores que la apoya en el proceso de producción.

Como mensaje final, para quienes sueñan con emprender, Katia dejó un consejo claro: “Primero que todo, busquen qué es lo que les apasiona. Si lo hacen solo por tener otra fuente de ingreso, sin que realmente les guste, no se los recomiendo. Un negocio es como un hijo: hay que amarlo, aceptarlo con sus caídas, sus defectos y virtudes. Debe ser algo que realmente les apasione, porque si no es así, dudo que puedan tener éxito”.