Envenenamiento masivo de felinos en Tegucigalpa genera alarma entre vecinos

REDACCIÓN. Vecinos de la primera etapa de la residencial Villa Universitaria, en la capital, se encuentran alarmados y preocupados por una serie de incidentes que involucran el envenenamiento de gatos en la zona.

Según los residentes, en las últimas semanas más de diez felinos han muerto tras ingerir veneno colocado en la vía pública.

Los denunciantes informaron a este medio que el patrón de envenenamiento sigue un modus operandi específico: pedazos de comida envenenada son colocados sobre las bolsas de basura en los días de recolección, lo que atrae a los gatos y otros animales domésticos. Los felinos, al acercarse a comer, fallecen horas después por la ingestión del veneno.

«Es una situación muy triste. Los gatos no solo son mascotas, sino que también cumplen una función ecológica importante controlando la población de ratas. Este tipo de actos no solo afectan a los animales, sino que también pueden generar problemas de salud y seguridad pública», expresó uno de los residentes afectados.

Los vecinos han manifestado su preocupación por las posibles repercusiones de este crimen, especialmente por el riesgo de un aumento en la infestación de roedores, dado que los felinos son efectivos en el control de la plaga.

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Además, alertaron que el envenenamiento de mascotas no es un problema aislado de Villa Universitaria, ya que en otras colonias cercanas también se han reportado incidentes similares, lo que ha elevado la alarma entre los habitantes de la zona.

EXIGENCIA DE JUSTICIA Y SANCIONES

El Código Penal de Honduras establece en su artículo 341 que el maltrato injustificado hacia animales domésticos, que cause su muerte, está penado con una prisión de dos a cuatro años. Si el maltrato no causa la muerte, pero sí lesiones graves que afecten la salud del animal, la pena puede ser de entre seis meses y dos años de prisión.

Además, el tribunal podría imponer una inhabilitación para ejercer profesiones relacionadas con animales por un período de entre uno y tres años.

Las penas pueden incrementarse hasta en dos tercios si el delito se comete con especial crueldad, lo que se agrava aún más en casos como este, donde los animales sufren una muerte dolorosa y lenta a causa del veneno.

Ante estos hechos, los vecinos exigen una respuesta inmediata de las autoridades competentes, no solo para sancionar a los responsables.