FAO busca encontrar con Guatemala modelos agroalimentarios para reducir impacto ambiental

GUATEMALA. Autoridades guatemaltecas y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) buscan implementar alternativas en la producción agrícola para reducir el impacto medioambiental y las emisiones de dióxido de carbono, dijo el oficial de políticas de la organización para el país, Marco Moncayo.
“Hemos mantenido diálogos de alto nivel para saber cómo la FAO puede ayudar a construir una hoja de ruta de sistemas agroalimentarios que el Gobierno de Guatemala estará presentando este año en Etiopía, en la cumbre que aborda este tema”, indicó Moncayo, durante el inicio de un taller con diferentes actores agrícolas del país centroamericano.
Moncayo, quien reside en Roma, Italia, explicó en una entrevista con EFE en el marco de la instalación del taller que la implementación de nuevos sistemas agroalimentarios busca “no dejar de lado el combate a las causas estructurales de la inequidad social” y a la vez “reducir el impacto medioambiental que es el problema”.
El oficial de la FAO explica que los sistemas que se discuten con las autoridades agrícolas de Guatemala toman en cuenta tres aspectos fundamentales, como son las “cadena de suministros, el entorno alimentario y las decisiones alimenticias de la población”.
El taller impartido en Guatemala por la FAO es parte del Global Roadmap, una iniciativa mundial que busca identificar desafíos y oportunidades para encontrar modelos alimenticios más equitativos.
Sobre el rol de FAO en Guatemala, Moncayo indica que el aporte se centra principalmente en brindar mayores insumos a pequeños productores agrícolas del país centroamericano.
“Por ejemplo, en Alta Verapaz (provincia del norte) tenemos una alianza público-privado entre pequeños productores agrícolas y una agroexportadora para que sus cosechas tengan la posibilidad de llevarse a mercados de Canadá”, explicó Moncayo.
“Estos modelos no son del todo nuevos, pero son diferenciados en ciertas zonas del país y no solo prioriza el cultivo para el consumo, sino que les permite a las familias poner un valor comercial a sus productos para acceder a más recursos”, agregó.