Gatilleros matan predicador de un certero balazo en la cabeza

TEGUCIGALPA. Un pastor evangélico de jóvenes fue ultimado de manera violenta por parte de gatilleros que lo interceptaron justamente cuando estaba estacionando su vehículo frente a la iglesia que dirigía en la colonia Ulloa, de Comayagüela.

El religioso fue identificado como Amado Hernández, quien perdió la vida de manera inmediata producto de un certero balazo que recibió en su cabeza. Según el testimonio de las personas del lugar, Hernández, fue atacado por varios delincuentes quienes sin mediar palabra se le acercaron cuando aparcaba el automotor tipo microbús y le dispararon; su cuerpo quedó inerte en el asiento del piloto.

Tras el suceso, los sorprendidos pobladores se acercaron a la escena y al ver el cuerpo del pastor ensangrentado, llamaron de inmediato al Servicio Nacional de Emergencia 911 para que desplazaran agentes policiales, mismos que al llegar al lugar acordonaron el área a la espera de miembros de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de Inspecciones Oculares del Ministerio Público (MP), quienes recabaron pesquisas de la escena a fin de recabar elementos que ayuden a dar con el paradero e identificación de los responsables.

Los investigadores indicaron que por el momento indagan qué pudo provocar el ataque en contra del religioso. Entre tanto, personas que conocían al ahora occiso, lamentaron lo sucedido e indicaron que es sorprendente la forma tan fría y violenta en cómo le arrebataron la vida a un servidor de Dios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Es lamentable y nos da mucho pesar porque él era un hombre muy dedicado a los jóvenes y el trabajo del ministerio. Estamos consternados y es lamentable que ocurran este tipo de cosa con personas buenas que lo único que quieren es salir adelante con sus familias y ayudar a los jóvenes para que se pudiesen reintegrar a la sociedad”, dijo un vecino del sector.

Al lugar llegó personal de Medicina Forense para hacer el respectivo reconocimiento y levantamiento cadavérico y traslado a la morgue capitalina.