General Romeo Vásquez ya está en Penitenciaría Nacional de Támara

TEGUCIGALPA. Eran aproximadamente las 7:15 de la mañana de ayer cuando miembros de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) con la unidad conocida como la “Black Mamba”, llegaron para ingresar en la misma al exjefe del Estado Mayor Conjunto (EMC), Romeo Vásquez Velásquez junto a los otros dos exmilitares acusados de la muerte de un manifestante en julio de 2009, para trasladarlos hasta la Penitenciaría Nacional de Támara, Francisco Morazán.

Sus excompañeros de armas durante su mando en las FF.AA., el exsubjefe de la institución castrense, general Venancio Cervantes y el excomandante del Comando de Operaciones Especiales, general Carlos Roberto Puerto, también abordaron la unidad policial bajo un fuerte contingente de resguardo con rumbo desde los tribunales de justicia, de esta ciudad hacia el destino final ordenado por el juez encar; en este caso la Penitenciaría Nacional de Támara. En un principio había ordenado su resguardo en el Primer Batallón de Infanería, pero la solicitud fue rechazada por su comandantes y de otras unidades.

Con los aros de presión en sus muñecas y con sus rostros de desvelo, subieron y bajaron de la “Black Mamba”, en un recorrido que duraría menos de 30 minutos. La detención judicial se estaba cumpliendo desde la medianoche del domingo anterior, día en el que fueron aprehendidos los tres exmilitares.

Los ahora imputados son acusados por el Ministerio Público (MP) como presuntos responsables de la muerte de Isis Obed Murillo, un manifestante de la Resistencia que durante una turba formada en las afueras del Aeropuerto Toncontín el 5 de julio de 2009, fue herido de bala en la cabeza, aparentemente por un fusil calibre M-16, suspuestamente disparado por un francotirador de las FF.AA., de acuerdo con el requerimiento presentado por el MP el mismo domingo en horas de la mañana.

Vásquez, Cervantes y Puerto, estarán en un recinto especial de mínima seguridad de la PN, según lo posteado en la red social X por el Poder Judicial de Honduras, mientras se desarrolla el período para la presentación de los medios probatorios entre la parte acusadora y la defensa, por los delitos de homicidio y lesiones graves en contra de Isis Obed Murillo en el marco del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente del país, Manuel Zelaya Rosales.

En un inicio, la portavoz del poder Judicial, Bárbara Castillo, dijo a los medios de comunicación que los acusados serían enviados al Primer Batallón de Infantería, pero posteriormente y cerca de la medianoche, el mismo Poder Judicial informó que serían enviados a la Penitenciaría Naciona de Támara.

Por su parte, el general Ramiro Muñoz, presidente de la Comisión Interventora de Centros Penitenciarios, manifestó que los tres exmilitares tendrán un buen trato.

“Ellos tienen la garantía de que su vida será cuidada mientras estén en el Centro Penal de Támara por el trato de respeto que merecen como una autoridad como la que ellos fueron en su tiempo. Son personas que nos antecedieron a nosotros en muchos cargos a los cuales nosotros debemos mucha consideración, pues son generales igual que este servidor y tenemos la obligación”, expresó en las entrevistas Muñoz.

Además, agregó que “como comisión responsable de los centros penales, tenemos la obligación de garantizarle a ellos su vida, el respeto hacia su persona, el respeto a la salud y que puedan ser visitados cuando ellos lo requieran”.

El juez que celebró la audiencia de declaración de imputado el domingo en la tarde y que se extendió hasta altas horas de la noche, les fijó la audiencia preliminar para el próximo viernes 10 de enero.