Iglesia católica llama a la reflexión sobre los valores materiales y espirituales

Iglesia católica llama a la reflexión sobre los valores materiales y espirituales

TEGUCIGALPA. Durante la homilía dominical, celebrada ayer en la Basílica Menor de Suyapa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, instó a la población hondureña a abandonar las preocupaciones materiales y a cultivar la humildad.

En su mensaje, el cardenal subrayó la importancia de mantener un corazón contrito y humillado, afirmando que Dios nunca rechaza a quienes se acercan con sinceridad y humildad.

El cardenal comenzó su homilía citando el Evangelio del día: “Cristo es el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás”.

Rodríguez enfatizó que Jesús es el único pan capaz de satisfacer las necesidades más profundas del ser humano, a diferencia del maná que alimentó a los israelitas en el desierto, pero que no otorgaba una vida plena y eterna.
“Jesús, el verdadero pan de vida, proviene de Dios Padre y da vida al mundo.

Él alimenta la necesidad más profunda del corazón humano, que es la búsqueda de una vida en plenitud”, afirmó el cardenal.

Subrayó que cada persona puede sentir un llamado interior a vivir con plenitud, citando las palabras de Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Rodríguez también abordó la superficialidad y el materialismo que predominan en la sociedad contemporánea.

Criticó el afán de acumular bienes y el deseo insaciable de consumir, que, según él, sofocan el anhelo más profundo del ser humano.

“La sociedad del bienestar crea una forma de vida tan superficial que genera una profunda insatisfacción y falta de sentido,” señaló.

En su reflexión, el cardenal recordó las palabras de Jesús: “Me buscan no porque hayan visto señales, sino porque comieron pan hasta saciarse. Trabajen no por el alimento que se acaba, sino por el que perdura para la vida eterna”.

Instó a los fieles a cuestionar sus verdaderas motivaciones y necesidades, planteando preguntas como: “¿Trabajo para vivir o vivo para trabajar?”.

Rodríguez resaltó la necesidad de un alimento espiritual que llene el corazón sediento de infinito.

Afirmó que Jesús es el pan del cielo que da sentido a la vida y perdura más allá de las satisfacciones materiales. “Jesús es la palabra que da vida y la llena de sentido. Solo él puede llenar nuestro corazón”, agregó.

El cardenal finalizó su homilía con un llamado a la comunidad: “Recibiendo a Jesús, pan de vida, digamos: ‘Señor, danos siempre de ese pan’. Amén”.

LECTURA DEL EVANGELIO

El Evangelio según San Juan (6, 24-35)
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban en aquella parte del lago, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm a buscar a Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo llegaste acá?” Jesús les respondió: “Yo les aseguro que ustedes no me buscan por haber visto señales, sino porque comieron pan hasta saciarse. No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna, el cual les dará el Hijo del Hombre; porque a este, el Padre Dios lo ha marcado con su sello.” Ellos le dijeron: “¿Qué debemos hacer para llevar a cabo las obras de Dios?” Jesús respondió: “La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien Él ha enviado”. Entonces la gente le preguntó: “¿Qué signo vas a hacer para que lo veamos y creamos en ti? ¿Qué obras haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: ‘Les dio a comer pan del cielo.’” Jesús les respondió: “Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.” Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan.” Jesús les contestó: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed”.