Reducción de fondos de USAID amenaza con eliminar hasta 20,000 empleos en Honduras

REDACCIÓN. Honduras se posiciona como el quinto país que más dinero recibe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con un promedio anual que oscila entre los 200 y 400 millones de dólares, destinados a una variedad de proyectos en el país.
Sin embargo, la posible reducción o salida de estos fondos representa una amenaza significativa para la economía nacional, especialmente en lo que respecta al empleo.
Walter Romero, experto en temas financieros, alertó sobre las consecuencias que tendría una disminución de estos recursos, estimando que se podrían perder entre 15,000 y 20,000 empleos, lo que empeoraría la ya grave crisis laboral que enfrenta Honduras. “Es realmente alarmante, porque el desempleo es el principal problema que afecta a la población hondureña”, señaló Romero.
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A esta problemática se suma el creciente número de hondureños deportados desde Estados Unidos. Este fenómeno no solo afecta la economía de las familias retornadas, sino que también tiene repercusiones en las reservas internacionales del país y limita la capacidad de generar nuevas oportunidades laborales.
Romero amplió su análisis al destacar que “además de la posible salida de USAID, la deportación de hondureños desde Estados Unidos también tendrá un impacto negativo, incrementando los niveles de desempleo en el país”.
PROGRAMAS
Diversos programas financiados por USAID han sido fundamentales en áreas clave como el desarrollo social, la infraestructura, la educación y la generación de empleo en Honduras.
La posible disminución de estos fondos podría dejar sin respaldo a múltiples iniciativas que han sido cruciales para la estabilidad económica de miles de familias hondureñas.
Ante este panorama, expertos en economía y diversos sectores productivos del país han expresado su preocupación y urgen al gobierno a tomar medidas para mitigar los efectos de una posible reducción de los fondos de cooperación internacional.
La reducción de estos recursos no solo pone en riesgo el bienestar de muchas familias, sino que también amenaza el progreso y la estabilidad económica del país en el mediano y largo plazo.