Travis Scott, Post Malone y Don Tolliver encabezan el cartel de la exclusiva fiesta previa al Super Bowl

ESTADOS UNIDOS. La esperada fiesta de Fanatics, una de las celebraciones más exclusivas del Super Bowl, regresa este 2025 con un cartel de lujo encabezado por Travis Scott, Post Malone y Don Toliver.

El evento, organizado por el magnate Michael Rubin, se llevará a cabo el sábado 8 de febrero en «The Sugar Mill», Nueva Orleans.

Según informó Page Six este miércoles, además de los tres headliners confirmados, al menos otros cinco artistas ya han sido asegurados para presentarse en la fiesta.

En total, se espera que entre 15 y 20 actos musicales tomen el escenario a lo largo de la noche, en lo que se ha convertido en un auténtico festival privado para la élite de Hollywood y el deporte.

La celebración es reconocida por ser un evento de acceso sumamente restringido, con menos de 1,000 invitados.

La demanda por ingresar es tan alta que, según fuentes de Page Six, “algunos entusiastas han ofrecido hasta $100,000 por un boleto, pero sin éxito. La entrada no se puede comprar. Es por invitación directa”.

El exclusivo círculo de invitados suele incluir a celebridades de la talla de Jay-Z, Beyoncé, Kim Kardashian, Leonardo DiCaprio, Tom Brady, Jennifer Lopez, Justin y Hailey Bieber, y otras figuras del deporte como Kevin Durant, Joel Embiid y Aaron Judge.

El prestigio del evento también se debe a su estricta seguridad. Page Six reportó que este año la organización contará con 150 agentes, un control superior a los eventos de Arizona y Las Vegas en ediciones anteriores.

“Había que evitar a toda costa que la gente intentará colarse, y este año la seguridad será del 100%”, afirmó una fuente cercana a la producción.

A lo largo de los años, la fiesta de Fanatics ha contado con presentaciones de artistas como Cardi B, Doja Cat, The Chainsmokers, Ice Spice, Meek Mill y Lil Baby, consolidándose como el evento más exclusivo de la semana del Super Bowl.

La edición del 2024 atrajo a aproximadamente 210 millones de espectadores en todo el mundo, reafirmando su estatus como el evento deportivo más visto en Estados Unidos.