Un «Droopy» desatado escarba en las «latas» del Olimpia

En un clásico vibrante y cargado de emociones, Motagua le ganó 2-1 a Olimpia y lo dejó sumido en una profunda racha negativa. Rodrigo “Droopy” Gómez fue la gran figura de la noche en el Nacional, con un doblete de pelota parada que sentenció el rumbo del partido y confirmó el gran presente del Ciclón, que ahora se prende en la pelea por los primeros lugares.

Apenas comenzado el partido, Olimpia insinuó con una jugada de lujo: Jerry Bengtson la intentó de taco tras pase de Guity, pero la pelota se fue apenas desviada. Fue un espejismo. Motagua tomó el control rápidamente y empezó a llegar con peligro. Primero con Auzmendi, luego con Meléndez, hasta que a los 31 minutos Droopy se hizo cargo de un tiro libre que, con desvío en Bengtson incluido, descolocó a Menjívar y puso el 1-0.

El gol azul fue un baldazo de agua fría para el León, que no encontraba respuestas ni en su gente de ataque ni en el medio. Kevin López tuvo una chance clara antes del entretiempo, pero remató desviado. Así se fue la primera parte, con un Olimpia confundido y un Motagua cómodo, sólido, sabiendo que el partido estaba a su favor.

Y si quedaban dudas, apenas iniciado el complemento, el mismo Droopy Gómez se encargó de disiparlas. Nuevamente con un tiro libre, esta vez sin desvíos, colgó la pelota del ángulo y puso el 2-0. Golazo y golpe directo al mentón de un Olimpia que no lograba reaccionar, pese a tener más la pelota y buscar el descuento con ímpetu.

A partir de ese momento, Motagua se replegó. Le entregó la iniciativa a su rival, pero nunca perdió el orden. Los de Diego Vázquez defendieron con los dientes apretados y dejaron que el reloj jugara a su favor. Licona se lució con una atajada ante un volea de Pinto que pudo haber cambiado la historia. Fue una muralla.

Olimpia intentó con más ganas que ideas. Espinel quemó las naves en ataque y apostó por Benguché, que terminó descontando de cabeza en el 90+1′. El gol llenó de ilusión a los melenudos, pero no hubo tiempo para más. Motagua aguantó con carácter y se llevó un triunfo vital que lo pone de nuevo entre los candidatos.

Mientras el Ciclón se ilusiona con meterse directo en las semifinales, Olimpia sigue sin levantar cabeza. Ya son cinco partidos sin ganar y las alarmas están encendidas en el entorno albo. El equipo no encuentra el funcionamiento ni la contundencia que lo llevaron a ser campeón.

En la próxima fecha, el panorama no se alivia: Olimpia visitará al siempre complicado Marathón en San Pedro Sula, mientras que Motagua será local ante Real España. Dos choques que pueden definir mucho de cara a la liguilla, pero con sensaciones bien distintas para los dos grandes de Tegucigalpa.

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