Un militar y un policía fueron abatidos a balazos tras ser perseguidos por delincuentes

Un militar y un policía fueron abatidos a balazos tras ser perseguidos por delincuentes

De acuerdo con lo manifestado por las autoridades policiales, entre las primeras informaciones que manejan, es que los malhechores le daban seguimiento a los infortunados en un automóvil.

TROJES, EL PARAÍSO. Dos hombres perdieron la vida ayer, luego de que delincuentes les dieran persecución y los atacaran a balazos en la carretera cerca de la aldea El Chaparral que de esta localidad conduce al municipio de Danlí.

Se trata de Wilmer Edgardo Centeno Valladares asignado al Batallón de Comunicaciones de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) ubicado en aldea La Mesa, Francisco Morazán y Erick Alexander Gonzáles Zelaya (32), quien era miembro de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales de la Policía Nacional; ambos se conducían en una motocicleta, cuando fueron atacados por individuos quienes les daban persecución a bordo de un automóvil.

Los infortunados quedaron tirados sin vida en una carretera de tierra junto a la motocicleta en la que se transportaban; esta tenía una placa con registro BEF4838. Cabe señalar que, tras el ataque mortal, pobladores trataron de auxiliar a las víctimas; sin embargo estas ya no contaban con vida producto de haber recibido varios impactos de bala.

Al lugar llegaron autoridades policiales para acordonar la escena y recabar pesquisas que ayuden a dar con el paradero de los responsables de quienes por ahora, señalaron desconocer tanto la ubicación como la identidad. Refirieron además que siguen investigando el móvil que pudo desencadenar el doble crimen.

Por otro lado, personal de Medicina Forense también se hizo presente al lugar para realizar el respectivo levantamiento de Ley y posterior traslado a la morgue.

HOMICIDIOS

De acuerdo con datos proporcionados por el Observatorio de La Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Honduras figura entre los países más violentos del mundo, sin vivir en guerra y prevé que podría cerrar el 2022 con una tasa de 40.3 homicidios por cada 100,000 habitantes, es decir, un punto menos que el año pasado.

Según las cifras oficiales, el país roza, hasta el mes de diciembre, los 1,900 homicidios y un promedio diario de 9.8 personas ultimadas de forma violenta; la mayoría de estas es atribuida por las autoridades policiales a las estructuras criminales.

Además: Defensores de derechos humanos señalan que la falta de respuesta de los operadores de justicia es un detonante para que los crimines en contra de la vida se sigan suscitando de manera constante. Indican que aproximadamente, el 95% de los hechos queda en la impunidad.

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