Catracho que conquistó a Miami ahora va por Colombia

Por: Allan Martínez
SAN PEDRO SULA. “Nadie es profeta en su tierra” es un dicho de origen bíblico que aplica cuando las personas deben abandonar su hogar y su tierra para alcanzar una buena reputación.
Así es la vida de nuestro entrevistado por Más Noticias Televisión (MNTV), Edil Arturo Pavón Martínez, un catracho cinco estrellas, quien tuvo que dejar todos sus sueños en Honduras para ser una persona respetada y uno de los entrenadores de fútbol más reconocidos de Miami, Estados Unidos.

Edil Arturo comenzó a jugar fútbol desde la edad de cinco años, logró hacerlo en la Liga Nacional, cuando en ese tiempo estar en un equipo de la Primera División y más cuando el Real España tenía deportistas de mucho nivel.

“Era muy duro, la competencia era mayor, incluso, hasta los extranjeros eran diferentes. Imagínese usted competir con jugadores ya consolidados como, Emilson Soto, cuyo hermano fue mi compañero; Martín Castro a quien siempre admiré mucho y quise ser como él.

Había una generación de jugadores que para quitarles el puesto se tenía que sudar sangre. Me acuerdo de César Herrera Clóther, Jaime Ruiz, Juan “Montuca” Castro, los hermanos Gallegos y muchos más, incluso, al «Chino» Barahona, el «General» Villatoro, era un equipo que lo tenías que respetar si, o sí. No le puedo llamar sufrimiento a lo que pase, más que todo sería sacrificios; sacrificios que creo que era Dios preparándome para la vida para quien soy ahora”, dijo Pavón Martínez.

Añadió que “antes decía que por desgracia no me pude consolidar, porque en Honduras llevaba los estudios, trabajo y el fútbol de la mano, algo que no era habitual y creo que aún no lo es, pero ahora lo entiendo, porque entreno en una universidad y mis jugadores llevan el mismo estilo de vida que yo llevaba en mi país, el cual creo que impidió que me hubiese consolidado más, cómo lo hicieron algunos compañeros míos, en este caso Francis Reyes, Carlos Oliva, Adalid Puerto Mario Rodríguez”.

El estratega Llegó a tierras del «Tío Sam» en 1999, y no lo hizo por su cuenta, ya que su progenitora se lo llevó casi a la fuerza, dejando atrás años de sacrificios, de tratar de jugar en la Primera División de Honduras.

“No, no me vine. Me trajeron jajaja y me trajeron en el mejor momento creo, pero Dios tiene sus propósitos para uno, el tiempo que estuve en el Real España me ayudó mucho para ser quien soy ahora, ahí conocí gente que creyó en mi como jugador y ahora como técnico. Mi mamá impidió de cierta manera que no me regresara y al sol de hoy solo me arrepiento de no haber dicho que me retiré en el en el club Aurinegro más o menos a los 35- 40 años, porque conociendo lo disciplinado que soy todavía siguiera en la misma línea y estuviera jugando o estuvieran jugando conmigo”.

En su primer año como entrenador en Miami Senior High, llevó al equipo a la final. En 2006, también entrenó en Inmaculada La Salle, llevando al equipo a la final. En ese momento, el entrenador catracho valoró que necesitaba más experiencia como entrenador y regresó a Honduras para aprender y trabajar en la Primera División del Club Deportivo Motagua. Ese mismo año, Motagua se convirtió en el campeón de la Primera División del fútbol de Honduras.

Para el 2012, agarró las maletas y volvió a Miami, con mayor conocimiento y con la convicción de abrir una academia de fútbol, la cual llamo Real España Soccer Academy Miami.

En 2013, el estratega hondureño recibió el Premio «The Max Press, Positive Coaching», siendo el único entrenador de secundaria de Miami en recibir tal reconocimiento. Ese mismo año, fue contratado para trabajar en el más alto nivel del fútbol de los Estados Unidos por New York Red-Bull, y lo hizo durante dos años en el Programa de la Academia de Entrenamiento.

Pavón Martínez tiene una licencia de Entrenador de la Federación Brasileña de Fútbol, una licencia para Adultos de la USSF, una licencia de Entrenador de Porteros de la NSCAA y una licencia de Fútbol de la FIFA; Lo último que pudo obtener a través de la Federación Hondureña de Fútbol.

Nuestro entrevistado se desempeñó anteriormente como entrenador en jefe del equipo de fútbol masculino en Florida Memorial University. Fue un instrumento clave para reconstruir el programa de fútbol y reclutar candidatos locales para la escuela. Se unió a la Universidad de Ft. El cuerpo técnico de Lauderdale con gran entusiasmo y disposición para hacer un programa de fútbol masculino exitoso y competitivo.

Luego de realizar una buena labor con los jóvenes en Estados Unidos, Dios le preparó el camino para enseñar en Colombia, donde el Deportivo Cali, uno de los clubes históricos de Sudamérica le abrió las puertas.

“Lo del Cali se dio gracias a que yo siempre trato de darle el lugar que se merece al jugador, independientemente de sus condiciones. Resulta que antes de ser contratado por el equipo de NY Redbulls, dirigí hace unos 12-15 años atrás a un joven colombiano en un proyecto oficial del Real España, que yo manejaba. De repente el joven me contactó y me dijo que el Cali de Colombia estaba buscando entrenadores en Miami, pero, para ser sincero no creí mucho, ya que aquí se da el fenómeno de muchas academias con nombres de grandes clubes a nivel mundial que no tienen nada que ver con dicho club.”. mencionó el hondureño

El entrenador sampedrano aseguró que “el joven me habló como por dos semanas para ir a entrevistarme con los directivos hasta que se dio y creo que todo se dio por la semilla que dejé en él, tiempo atrás cuando fue mi jugador y ahora es padre de uno de mis jugadores. Eso me motiva a seguir trabajando y mejorando como persona, porque si lo hubiese hecho mal, tanto como entrenador y como persona creo que jamás me hubiese recomendado, ahora tengo las puertas abiertas en Colombia y más en el Deportivo Cali”.

¿Es su graduación como entrenador llegar al Cali o le falta algo más por cumplir?
«Aunque llevo muchos años en esto, todavía me falta mucho, siempre se puede mejorar y nunca se puede dejar de aspirar a cosas mejores, tengo una ambición sana, no pienso llevarme por delante a mis colegas solo por lograr mis objetivos, con trabajo, pasión y preparación créanme que con el tiempo las cosas se dan, porque así ha sido conmigo y me falta mucho que aprender. Mi graduación en el fútbol será el último día que dirija».

¿Qué le hace falta por cumplir o algún sueño que no se le haya cumplido?
«Un sueño por cumplir sería poder estabilizarme en Honduras y trabajar en mi país y así implementar cosas que he aprendido en los países que he trabajado, que estoy seguro pueden aportar mucho a nuestra juventud, no solo en la parte futbolística, sino también en la parte humana. Tengo otros sueños que no prefiero mencionar por ética, ya que son sueños que algunos colegas amigos míos están viendo realidad ahora y se podría mal interpretar por mi cercanía a ellos, pensando que somos amigos, porque ellos tienen lo que yo sueño y no es así. Trato de rodearme de personas exitosas que hayan logrado lo que yo quiero o estén por lograrlo para seguir sus pasos o actualizarlos y así logar las metas»

¿Cuál es su labor en el Deportivo Cali?
«Pues como todo en la vida, empecé desde abajo, con los niños de las U-10 y ahora gracias a Dios y a base de trabajo tengo la U-18 de academia quienes están a punto de ser cantera , yo los preparo antes de que sean evaluados por la cantera lo que en Honduras sería las reservas o el segundo equipo.