Jurado de Nueva York decide futuro de expresidente de Honduras
ESTADOS UNIDOS. El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández está siendo enjuiciado desde febrero en un tribunal federal de Manhattan. Según las autoridades judiciales estadounidenses, el exmandatario hondureño utilizó los recursos de la Policía, el Ejército y el sistema judicial para acumular riqueza y brindar apoyo a los narcotraficantes, al mismo tiempo que se mostraba como un aliado en la lucha contra las drogas.
“El juicio del siglo” está por concluir. Los hondureños están a la expectativa de lo que deliberará el jurado de Nueva York sobre Juan Orlando Hernández, el expresidente hondureño acusado en tres cargos por EE. UU. de amasar una fortuna con dinero del narcotráfico y proteger al crimen organizado usando la estructura estatal cuando era presidente del país centroamericano.
Después de recibir las instrucciones finales del juez Kevin Castel, los doce miembros del jurado se retiraron este jueves 7 de marzo para deliberar. Ahora, deberán examinar meticulosamente cada acusación relacionada con narcotráfico y uso de armas, basándose únicamente en las pruebas presentadas durante el juicio, según lo indicó Castel.
El jurado, cuyos integrantes permanecen en el anonimato, como es habitual en casos de narcotráfico, podría tardar horas o incluso días en llegar a un veredicto que deberá ser unánime antes de presentarlo al juez Castel. Durante el proceso de deliberación, tienen prohibido discutir el caso con sus familiares o realizar cualquier búsqueda en los medios de comunicación o en internet relacionada con el caso.
JOH, como se le conoce en Honduras, fue arrestado en su residencia de Tegucigalpa en febrero de 2022, poco después de que se pidiera su extradición. Estados Unidos lo acusa de importar miles de kilogramos de cocaína proveniente de Colombia a ese país durante su mandato presidencial, entre 2014-2022.
Hernández, abogado de profesión y quien se ha involucrado activamente en su propia defensa, enfrenta esta parte del juicio en solitario, sin la compañía de su familia. Su esposa, Ana García, reveló en abril de 2022 que EE.UU. no le había renovado su visado y no pudo estar presente en la sala del tribunal federal del distrito sur de Nueva York.
La ex primera dama, muy activa en las redes sociales a favor de la defensa de su esposo, fue incluida en la Lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos, conocida como lista Engels, desde el 1 de julio de 2021. En esta lista también figuran dos expresidentes de El Salvador y exfuncionarios de Guatemala, Honduras y Nicaragua, vinculados a casos de corrupción, acusados de socavar la democracia en sus países o de violaciones a los derechos humanos.
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández escucha mientras el fiscal federal adjunto Jacob Gutwillig presenta sus argumentos finales durante su juicio por cargos de tráfico de drogas en Estados Unidos en un tribunal federal del distrito de Manhattan de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el 6 de marzo de 2024 en este boceto de la sala del tribunal. © Jane Rosenberg / Reuters
De hecho, la silla asignada a la familia del acusado ha permanecido vacía. Solo en los últimos días se ha permitido que algunos periodistas la ocupen. Hoy, sin embargo, aparecieron dos mujeres que afirmaron ser «familiares» de JOH, pero se negaron a hablar con los periodistas.
Tres generales a favor del expresidente
En el juicio por narcotráfico que enfrenta el expresidente Juan Orlando Hernández en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, altos mandos del Ejército hondureño fueron presentados como testigos por la defensa.
Los únicos que ofrecieron testimonios a favor de Hernández fueron sus hombres de confianza: el general de brigada Tulio Armando Romero Palacios, actual asesor del Estado Mayor Conjunto; el general retirado Javier René Barrientos Alvarado; y Willy Joel Oseguera Rodas, actual asesor del Estado Mayor Presidencial. Los dos primeros compartieron experiencias con Hernández en el Liceo Militar, mientras que el último fue su mano derecha en las Fuerzas Especiales de Honduras.
Durante su testimonio el martes y miércoles en su propia defensa, Hernández negó haber conspirado con narcotraficantes o haber aceptado sobornos. Insistió en que nunca lo hizo y añadió que en una ocasión fue advertido de que un cartel de drogas planeaba asesinarlo.
Aunque el juicio no fue televisado, algunos medios de comunicación hondureños enviaron a sus propios reporteros a Nueva York para cubrir las acusaciones. Otros simplemente están siguiendo a un grupo reducido de personas que tuitean los testimonios en vivo y brindan resumen de los eventos del día desde la sala del tribunal.
Los programas de noticias locales leen los tuits de quienes siguen el juicio en directo y luego invitan a abogados a discutir los detalles del sistema penal estadounidense.
«Lo sigo a través de las redes sociales, Facebook, Instagram, Twitter y TikTok, porque realmente no miro las noticias y ahí dan resúmenes de cómo va el juicio», expresó Milagros Oviedo, estudiante universitaria de 20 años en la capital hondureña.
“Hasta el momento en el caso no hay pruebas contundentes -fotos, videos- que demuestren su culpabilidad, más allá del testimonio, pero conociendo las leyes estadounidenses sería difícil que escapara de una posible sentencia”, comentó Cristian Cálix, un estudiante de derecho de Tegucigalpa.
«Son mentirosos profesionales», dice el exmandatario
Durante las tres semanas del juicio, se escucharon testimonios de varios testigos vinculados con los cárteles de la droga, quienes destacaron la participación de Hernández y su hermano Tony -condenado a cadena perpetua en EE. UU. en 2021- en el soborno y la protección de cargamentos de drogas. Estos testigos, presionados para revelar su participación en numerosos asesinatos, también declararon haber entregado millones de dólares a los hermanos Hernández a cambio de protección durante años.
Uno de los narcotraficantes que testificó, responsable de 56 asesinatos, aunque dice que solo cometió dos personalmente, afirmó que en 2009 Hernández le prometió que las autoridades lo dejarían en paz si financiaba su carrera política. El expresidente lo niega.
En este boceto de la sala del tribunal, el juez Kevin Castell (centro) preside la sala mientras el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (derecha) testifica el miércoles 6 de marzo de 2024 en Nueva York. El fiscal Kyle Wirshba está a la izquierda. © Candace E. Eaton / AP
“Todos tienen motivación para mentir y son mentirosos profesionales”, reaccionó Hernández. Cuatro de los cinco eran narcotraficantes condenados que afirmaron que ellos mismos le dieron dinero a Hernández.
El juicio contra JOH ha generado una gran atención en Honduras, un país afectado por la violencia provocada por el crimen organizado y las pandillas, y que enfrenta una de las tasas de pobreza más elevadas de la región.
El abogado defensor Renato Stabile generó dudas sobre la credibilidad de los narcotraficantes que testificaron contra Hernández, diciendo que «sus historias no solo no tienen sentido, sino que se contradicen entre sí». «El hombre ha sido acusado injustamente. Les pido que lo declaren inocente de todos los cargos», expresó.
Por su parte, el académico hondureño Marco Flores afirmó tener sentimientos encontrados sobre la cantidad de atención que está atrayendo el juicio en Honduras.
“Debe pagar por todo el daño que le hizo al país. Hernández nunca iba a ser llevado ante la Justicia en Honduras, pero le están dando mucha propaganda a un criminal y hay cosas más importantes de qué preocuparse en Honduras”, concluyó. France