A un día del juicio: Expresidente JOH se declara inocente y víctima en caso de narcotráfico

A un día del juicio: Expresidente JOH se declara inocente y víctima en caso de narcotráfico

ESTADOS UNIDOS. El expresidente Juan Orlando Hernández, aseguró ser una víctima de venganza y conspiración por parte de grupos del crimen organizado y enemigos políticos.

En una carta enviada desde el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, donde se mantiene recluido desde el 21 de abril de 2022 cuando fue extraditado a Estados Unidos, acusado de tres cargos relacionados al narcotráfico y uso de armas, Hernández, manifestó que los altos funcionarios de Estados Unidos que sirvieron en la época en que se desempeñó como presidente del Congreso Nacional (2010-2014) y presidente de Honduras (2014-2022), son conocedores de su lucha y acciones contra el narcotráfico, crimen organizado y la violencia en Honduras.

En ese contexto, manifestó que estos hechos son «prueba contundente que contradice totalmente la teoría de las acusaciones» formuladas en su contra por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que le imputa de proteger y apoyar tráfico de drogas.

«Esas acusaciones son falsas e injustas, llenas de mentiras construidas de manera novelesca en base al testimonio de testigos colaboradores todos narcotraficantes confesos con acuerdos de negociación con la Fiscalía del Distrito Sur, quienes son capaces de decir cualquier mentira con tal de lograr su venganza contra mí y la reducción de sus penas, no pagar por sus crímenes contra cientos de hondureños y tener nuevas identidades para sus familias», señaló el exmandatario en la misiva.

JOH, destacó que implementó medidas contra el narcotráfico en Honduras, incluyendo reformas constitucionales, leyes de incautación de bienes ilícitos y contra el lavado de activos, así como reformas policiales y militares.

También menciona la colaboración con Estados Unidos en diversos programas, como el Plan de la Alianza para la Prosperidad. Acciones, que según él, fueron conocidas por altos funcionarios de ambos países, incluyendo al presidente actual de Estados Unidos, Joe Biden, así como a líderes militares y de agencias como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Departamento de Defensa y la Administración de Control de Drogas (DEA).

En su carta, Hernández instó a los funcionarios y agentes de EE.UU. y Honduras a defender las acciones y acuerdos que llevaron a cabo juntos. Expresó su convicción de que las acusaciones en su contra son injustas y atribuye su origen a una venganza de narcotraficantes cuyos imperios fueron afectados por las acciones tomadas durante su mandato.

«Estas acusaciones fueron aprovechadas por políticos tanto en Honduras, como en Estados Unidos, para impulsar sus agendas ideológicas utilizando a La fiscalía de Nueva York como un instrumento de asesinato político a mi persona, que destruye el nombre y la imagen de las instituciones hondureñas», expresó JOH en el documento.

Por otra parte, el expresidente reflexionó que si no hubiera llevado a cabo las acciones contra el narcotráfico y el crimen organizado, no habría sido objeto de acusaciones, extradición ni persecución política.

Afirmó que su lucha fue vital para contrarrestar el poder del narcotráfico y mejorar la situación de Honduras, y prometió defender esto.

A pesar de haber sufrido una serie hechos que afectaron su libertad, patrimonio y relaciones personales, Hernández asegura que, de enfrentarse a la misma situación, tomaría las mismas decisiones. A pesar del sufrimiento emocional y el daño causado a su familia, reafirmó que las acciones realizadas fueron en pro del bienestar de Honduras y Estados Unidos.

«Si me tocara hacerlo, si me tocara tomar las mismas decisiones las volvería a tomar, lo volvería a hacer, porque el luto, el temor y la venganza y la desesperanza ya no eran tolerables en Honduras», expuso el expresidente.

Después de casi dos años de detención, el exmandatario, señaló una serie de irregularidades en su caso, incluyendo una conspiración geopolítica en su contra, intentos de asesinato y manipulación de pruebas por parte de la DEA y fiscales.

Además, dijo de la entrega tardía de información, el uso de un discovery infectado con malware, la negación de aplazamientos para preparar su defensa adecuadamente y restricciones para utilizar su propia experiencia como presidente en su favor.

El mandatario aseguró, que esas acciones  están impidiendo un juicio justo y equitativo, mientras la Fiscalía cuenta con recursos ilimitados y su defensa enfrenta obstáculos para recaudar fondos.