A pura venta de yuca y horchata, padres de familia y maestros reconstruirían muro

SAN PEDRO SULA. El año 1953 marcó el inicio de uno de los centros educativos insignes de la “Ciudad Industrial”, se trata de la Escuela Miguel Paz Barahona, ubicada en el barrio del mismo nombre, en pleno centro de esta urbe y la cual hoy en día urge de una mano amiga, ya sea de autoridades educativas, municipales o en su defecto hasta de aquellos exalumnos que pasaron por estas aulas.

Y es que parte del muro perimetral del ahora Centro de Educación Básica (CEB) con las lluvias hace casi un año colapsó, exponiendo así a la inseguridad a más de 400 alumnos, así como a los 14 maestros, y equipo mobiliario y tecnológico que contiene ese recinto educativo.

El director de este CEB, Berner Jiménez, exteriorizó que aunque han hecho gestiones en la Dirección Distrital de Educación, encargados de los centros educativos, donde de un solo les indicaron que no contaban con el presupuesto necesario para ese tipo de obras.

De igual forma con las autoridades de la Alcaldía se efectuó las gestiones pertinentes; sin embargo, aún siguen esperando. Asimismo, solicitaron apoyo a una empresa privada, la cual a través de la Responsabilidad Social Empresarial, busca cómo apoyar al centro educativo, pero hasta el momento no han concretado nada.

«A última instancia, a finales de agosto, si nadie nos resuelve tendremos que vender yuca, horchata o hacer rifas con los padres de familia para poder construir le muro”, lamentó el docente, tras agregar que la zona donde se ubica este centro es conflictiva e insegura y que la protección está en riesgo, pues en el CEB reciben clases 460 alumnos, mismos que están expuestos.

Por su parte, la subdirectora, Rosa Catalina Pérez, exteriorizó que “a raíz de una fuerte tormenta en septiembre del año pasado, un árbol de acacia cedió y cayó, derribando parte del muro perimetral, lo cual nos sorprendió, pues esto ocurrió en horas de la madrugada. A esto se suma otra parte del muro que está cediendo y se ha inclinado hacia la acera y nos da temor que le caiga a un niño o a un transeúnte”.

Continuó que “para nosotros este muro tiene gran importancia, pues nos limita con la calle, para que nuestros niños no se salgan, y para que un extraño no pueda ingresar. Además, en la noche no contamos con la vigilancia debida, pues solo en el día hay, por ello es de suma importancia que nos ayuden a levantar el muro perimetral”.

Recordó que tras la destrucción parcial del muro, el personal de la Alcaldía llegó a instalar unas láminas de zinc, pero de ahí no se volvió a asomar. “A través de las láminas cualquiera entra y nosotros sin poder hacer mucho”.

Detalló que en el centro se cuenta con un Laboratorio de Computación, área de actividades lúdicas, así como un salón de ayudas audiovisuales, además de internet y aires acondicionados.

“Para nosotros como docentes, alumnos y padres de familia, este muro es la diferencia entre sentirnos seguros y estar expuestos a la delincuencia. Lo que anhelados es estar seguros y dar clases con la tranquilidad necesaria”, finalizó la docente.

Además: En la administración del exalcalde Armando Calidonio, el centro educativo recibió apoyo, al cambiarle el techo y otras mejoras a la estructura.