Conmovedores relatos en la primera caravana de migrantes del 2024

SAN PEDRO SULA. En los primeros 20 días del nuevo año, un grupo significativo de hondureños se congregó en la ciudad, dando inicio a la primera caravana de migrantes en dirección a Estados Unidos.

Provenientes de diversas regiones como Santa Bárbara, Valle, Cortés, El Paraíso, Yoro y Colón, familias enteras emprendieron el viaje en busca de mejores condiciones de vida.

Madres con bebés recién nacidos, jóvenes y hombres forman parte de esta travesía, que se inició en la mañana del sábado debido a la falta de oportunidades dignas en su país de origen.

Bajo una lluvia persistente, más de 200 personas se reunieron en la Gran Central Metropolitana de San Pedro Sula, partiendo temprano en la mañana. La mayoría expresó la necesidad de trabajar para sustentar a sus familias.

«No hay condiciones para vivir, necesitamos trabajar», afirmó un joven de Pimienta, Cortés, llevando consigo en la mochila los sueños de un futuro mejor, dejando atrás a su familia.

Los migrantes, abrigados con gorros y grandes mochilas, recorren distancias considerables para llegar a la frontera, muchos de ellos buscando ‘jalones’ para hacer más corto el camino.

En grupos dispersos, los migrantes inician su travesía hacia el norte. Una madre, acompañada por sus tres hijos, uno de apenas un mes, compartió: «Ya en este país no se puede vivir, mejor tomamos esa ruta migratoria que sabemos que es peligrosa, pero tengo que buscar la forma de cómo alimentar a mis hijos».

Los cuadros son conmovedores, con niños en las espaldas de sus padres y otros tomados de la mano, recorriendo kilómetros en una travesía que apenas comienza.

Los cientos de hondureños se dirigen hacia la frontera con Guatemala, marcando así el inicio de la primera caravana de migrantes hondureños hacia Estados Unidos en el 2024.

Con al menos 2.5 millones de hondureños sin empleo en el país, esta situación se convierte en un detonante para que muchos recurran a la migración como la única opción para sostener a sus familias.

Se estima que entre 500 y 700 hondureños parten diariamente rumbo a Estados Unidos. En 2023, unos 56 mil compatriotas fueron deportados. Las remesas enviadas por los migrantes alcanzaron los 9 mil millones de dólares el año pasado, representando el 25 % del Producto Interno Bruto (PIB) y junto con las exportaciones de café, constituyen el pilar de la economía hondureña.