Doña «Toña», una guerrera que se aferra a la vida luchando contra el cáncer de mama

Doña «Toña», una guerrera que se aferra a la vida luchando contra el cáncer de mama

REDACCIÓN. Con paso lento y una fe acrisolada en Dios, doña María Antonia Santos Velásquez (49), a diario recorre casi 27 kilómetros desde la ciudad de El Progreso, Yoro hasta San Pedro Sula, Cortés, donde enfrenta a través de sus radioterapias al cruel cáncer de mama, que desde hace casi un año padece.

Con sus ojos húmedos por las lágrimas, pero con una sonrisa que inspira a seguir luchando por recuperar la vida, esta ama de casa confesó al equipo de Más Noticias Televisión (MNTV) Canal 39, que esta enfermedad es difícil, y que en algunos momentos ha tenido temor de morir en los tratamientos, pero su creencia en un Ser Supremo la hace seguir adelante.

Tras salir de su radioterapia, la mujer, de tez trigueña y de andar pausado, recordó con tristeza el día en que le diagnosticaron cáncer, «ya casi un año de eso, junto a mí, unas 50 mujeres más se hicieron los exámenes y yo fui la única que salió positiva, fue duro, pues no me esperaba una noticia de tal magnitud, uno siempre piensa que todo está bien, pero solo Dios con nosotras».

Continúo que el 12 de diciembre del año pasado, ingresó al quirófano donde le extirparon el carcinoma, siendo exitosa la operación, para luego iniciar con las quimioterapias, que una vez terminadas continuará con las radiaciones.

Doña «Toña» como cariñosamente le dicen sus allegados, rememoró entre lágrimas cómo tras 15 días en quimioterapia el cabello se le comenzó a caer. «Fueron momentos muy duros, el cabello que un día fue largo y abundante, se me caía por montón, llegó un momento en que la depresión fue tal que mi esposo Francisco Emilio Montoya, un día decidió cortarme el cabello, y lo mismo hizo él, en solidaridad, sin duda él y mi hija Karen Julissa Salgado, y demás familiares han sido un apoyo para que junto a Dios siga adelante enfrentando este mal».

TODOS UNIDOS
«Pero con cada situación difícil viene también el poder de Dios que nunca nos deja de la mano, y fue ahí en los momentos difíciles que he visto su poder, la misma comunidad de la colonia Los Laureles, se volcó a ayudarme, mis vecinos, amigos y conocidos me extendieron la mano y aunque ellos, igual pasan momentos difíciles, siempre se solidarizaron conmigo, siempre ha habido una palabra de aliento y una ayuda para seguir avanzando en la lucha contra el cáncer de mama», relató la fémina entre sollozos.

Recordó, cómo la bendición de Dios también llegó de la mano de la organización Cepudo, que a través de su Programa «Listones de Amor» le apoyó para que siguiera con el tratamiento, «sin ellos (vecinos, amigos y familiares), y sin la mano amiga de Cepudo no lo hubiese podido lograr, han sido mementos difíciles, donde no teníamos dinero para el tratamiento, pero Dios ha sido tan maravilloso que siempre me ha abierto una puerta para seguir en mi lucha».

cancer 23

VENDE ROPA
La joven mujer, pese a las dificultades y la debilidad de su cuerpo por la batalla que sostiene contra esa enfermedad, saca fuerza de donde no tiene y espera a que el sofocante calor baje su temperatura, para iniciar así su trabajo de venta de ropa usada por las calles de su colonia, a través del cual logra agenciarse entre 100 a 300 lempiras, cuando la temperatura está buena, «así me hago mis centavos para los pasajes, incluso, para los alimentos que cocino para llevar y comer, luego de mis tratamientos en San Pedro Sula».

BUSQUEN AYUDA
Santos Velásquez aprovechó este Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, para hacer conciencia entre la población no solo femenina, si no también masculina, para que aprovechen la campaña de prevención que se da en el país, y así detectar a tiempo ese tipo de enfermedad.
«Yo las invito que traten de buscar hacerse los exámenes, a tocarse las mamas para detectar alguna irregularidad, si la enfermedad se detecta a tiempo podemos enfrentarla mejor y salvar nuestra vida. Tenemos que chequearnos todos los años, no es que un año sí, y otro no, eso debe ser periódico, pues es nuestra vida la que peligra», dijo doña «Toña».