Dos de cada cinco hondureños avalan golpe de Estado por corrupción

Dos de cada cinco hondureños avalan golpe de Estado por corrupción

TEGUCIGALPA. Según el informe «Barómetro de las Américas: El Pulso de la Democracia en Honduras 2023», presentado por la consultora de LAPOP Lab, Elizabeth Kennedy, dos de cada cinco hondureños justifican un golpe de Estado cuando hay altos niveles de corrupción.

«Honduras muestra niveles consistentemente bajos de confianza en sus instituciones y altos niveles de percepción de corrupción durante las últimas dos décadas, independientemente del partido político en el poder», destacó Kennedy.

El reporte recuerda que Honduras experimentó un golpe de Estado en 2009, seguido de esquemas de compra de votos en 2013 y un cambio antidemocrático en la constitución para permitir la reelección de Juan Orlando Hernández en 2017. Estas prácticas no son un recuerdo distante para la población.

De los más de 1,602 hondureños encuestados en 16 de los 18 departamentos del país, un 41% manifestó su aceptación de un golpe de Estado. Aunque este porcentaje es menor que el observado antes del golpe de 2009 (55%) y del registrado antes de la pandemia en 2018 (45%), sigue siendo preocupante.

Kennedy detalló que el Barómetro de las Américas de 2023 refleja que dos de cada cinco hondureños justifican un golpe de Estado cuando hay mucha corrupción.

«En un contexto donde un porcentaje significativo de la población habla de que se puede violentar la ley, eso puede ser un peligro», señaló Carlos Hernández, director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).

A la presentación del informe, realizado por la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (Foprideh) en colaboración con USAID, LAPOP Lab y la Universidad de Vanderbilt, asistieron representantes de la sociedad civil, la academia, la empresa privada y líderes políticos.

ECONOMÍA E INSEGURIDAD

El Barómetro de las Américas refleja que la mayoría de la población considera que la economía es su principal preocupación, seguida por la inseguridad (25%) y la política (7%). Este nivel de preocupación por la economía duplica la proporción de quienes señalan otros temas nacionales como el más grave.

Aunque un porcentaje menor dijo que le preocupa la corrupción, Kennedy destacó que el 66% de los hondureños encuestados cree que la mayoría de los políticos son corruptos. Los niveles de denuncias de corrupción antes de 2021 sugieren que las prácticas corruptas cotidianas están normalizadas en el país.

Melissa Elvir, directora de FOPRIDEH, destacó que tanto mujeres como hombres en política son percibidos como igualmente corruptos. En Honduras, el 80% de la población sostiene esta creencia. «A pesar del cambio de género en la presidencia del poder Ejecutivo, los temas de corrupción en el país no han variado», dijo Elvir a Proceso Digital.

Confianza en el voto

En Honduras, no hay confianza en el voto secreto. El Barómetro consultó a los hondureños si creen que los votos se cuentan de manera correcta y justa. La respuesta más frecuente fue “a veces” (45%), seguida por «siempre» (27%) y “nunca” (29%). La percepción de que los votos se cuentan de manera limpia es claramente minoritaria.

Sistema de Justicia

El informe señala que la voluntad de denunciar extorsiones es del 50%, y en el caso de robos es del 51%. En cuanto a la probabilidad de denunciar una violación sexual, el porcentaje es del 73%. «Esto refleja una baja confianza en la capacidad del sistema de justicia para castigar a los culpables», indica el reporte. Sólo tres de cada diez hondureños expresan confianza en el sistema judicial.

MIGRACIÓN

Uno de cada tres hondureños manifestó su intención de emigrar, un nivel que sigue siendo superior al promedio regional (34%). Aunque esta situación ha disminuido desde los niveles elevados registrados en 2021, una cantidad significativa de ciudadanos (37%) aún planea hacerlo, destacando que quienes quieren huir del país son personas con capacidad económica y formación académica. «Imagínense toda la inversión que está haciendo el Estado en formar a nuestra gente, y nuestra gente se está yendo. Sin duda estamos perdiendo capital que podría generar riqueza en el país», enfatizó el director de ASJ, Carlos Hernández.