Honduras decreta emergencia sanitaria por 90 días por brote de gripe aviar
La medida es parte de la normativa internacional para contrarrestar la enfermedad.

TEGUCIGALPA. El Gobierno declaró emergencia sanitaria en todo el territorio nacional por un período de 90, para prevenir, controlar y eliminar la presencia de la influenza aviar.

La medida permitirá priorizar la zona, eliminar el foco y evitar su diseminación a otras áreas geográficas, garantizando que Honduras mantenga su estatus sanitario como libre de influenza aviar que se ha detectado en pelícanos que pernoctan en La Ceiba, Altlántida, al igual que en Puerto Cortés y Omoa, Cortés.

En este contexto, la titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Laura Suazo, aseguró que de cerca de 40,000 aves que se mantienen en observación, ninguna ha salido positiva.

La funcionaria explicó que Honduras es miembro del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) y que tiene acceso a fondos destinados para este tipo de emergencia.

“Con el decreto, el OIRSA habilitó seis millones de lempiras; sin embargo, se necesitan 17 millones”, declaró Suazo.

Aclaró que Honduras también tiene acceso a otros fondos regionales que permitirán hacerle frente a la emergencia. 

EMERGENCIA INTERNACIONAL

La titular, señaló que países como México, Panamá y Chile, también han declarado emergencia ante la gripe aviar y que es una medida de prevención para garantizar que la enfermedad no pase a las aves de hogares y de granjas.

“En el caso de México se tomó la decisión de casería y se empezó a sacrificar todos los pelícanos moribundos”, indicó.

De igual manera, en Honduras se comenzó a sacrificar algunos pelícanos como una medida de prevención por la gripe aviar detectada en aves migratorias que se encuentran en tránsito por el país centroamericano.

La forma de sacrificio es la asfixia para evitar que el animal pueda expandir microbios o partículas contaminadas a través de su pico. Una vez que las aves son sacrificadas, se procede a su incineración y su terraje a una profundidad de 1.20 metros, como parte del protocolo.