Aumento en el IPC: ¡una alerta económica que no se puede ignorar!

Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), el Índice de Precios del Consumidor (IPC) a mayo de 2022, presentó una variación mensual del 0.88% que, al compararla con mayo de 2021, donde se mostraba 0.20%, se concluye que el incremento se debe al aumento en el precio de alimentos perecederos e industrializados y combustibles. Como consecuencia, la inflación interanual en mayo 2022 llegó a 9.09% mientras que en el mismo mes de 2021 se presentaba en 4.84%. Por otro lado, la inflación acumulada alcanzó 5.18% comparado con 1.54% de doce meses atrás.
¿Pero qué es el IPC?, ¿Por qué debemos prestarle tanta atención? En primera instancia debemos tener claro que el IPC, es un indicador representativo de la economía del país, se mide considerando una mezcla de productos de consumo básico y generalizado dentro de la población. En pocas, palabras si el IPC aumenta, es debido a un efecto colateral de la inflación por el aumento de los precios.
El Banco Central Europeo (BCE), suele establecer que el IPC se mueva en torno al 2%, un nivel que se considera saludable para la evolución económica de cualquier país. En nuestro caso, si consideramos las tendencias, estaríamos cerrando el primer semestre de 2022 con un indicador que aproximadamente duplica al del año anterior.
Esto día a día creará en la población una disminución notable en su poder adquisitivo, quienes con su nivel de ingresos deberán hacerle frente al incremento en precios, provocando una disminución en la captación de ventas por parte de las empresas de todos los niveles.
La crisis a nivel mundial por la pandemia de la COVID-19 sumado al incremento en los alimentos, energía y combustibles se ha visto agudizado con la invasión de Rusia en Ucrania. Según publicaciones del World Economic Forum (Foro Económico Mundial): El índice mensual de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que hace un seguimiento a los precios de los productos alimentarios comercializados a nivel mundial, registró un aumento del 12.6% entre febrero y marzo, alcanzando el nivel más alto desde su creación en 1990.
El índice de precios de los cereales de la FAO subió aún más, un 17.9%, durante el período, lo que refleja un aumento de los precios mundiales del trigo y los cereales secundarios, en gran parte debido a las interrupciones de las exportaciones de Ucrania, uno de los mayores exportadores de trigo del mundo. Y la invasión en Ucrania por parte de Vladimir Putin también ha provocado que los precios del petróleo, que ya eran altos debido a la demanda contenida de los consumidores tras la crisis, se disparen por encima de los 110 dólares el barril, ya que muchos países occidentales impusieron sanciones paralizantes a Rusia como represalia.
¿Cómo se puede lograr un equilibrio en la economía si es evidente que estamos ante un círculo en el cual los proveedores incrementan precios, los productores también lo hacen y los consumidores dejan de adquirir sus productos? ¡Este es un verdadero reto y no hay una fórmula mágica! Es evidente que todos seremos afectados con la inflación, solamente nos queda buscar mecanismos para tratar de disminuir el impacto visto desde dos niveles: A nivel de empresas, deben optimizarse los recursos, buscando las mejores alternativas de insumos, manteniendo la relación costo-beneficio (mejores precios con niveles considerables de calidad), no se puede sacrificar calidad por bajar precios, esto podría ocasionar una caída en las ventas que terminaría con la muerte de cualquier empresa. Y a nivel de consumidores finales, es necesario hacer una revisión del nivel de gastos o consumo.
En etapas de la economía donde la inflación se eleva, hay que eliminar gastos innecesarios y siempre comparar opciones antes de ejecutar las compras. En pocas palabras: ¡no podemos malgastar los ingresos que se perciben!
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