Desplazamiento forzado: una realidad que gana terreno en Honduras 
Según el último informe de Acnur, el desplazamiento forzado se concentra en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Olancho y Atlántida.

TEGUCIGALPA. Un reciente estudio de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en Honduras revela que en alrededor de 60,000 hogares hondureños, al menos uno de sus integrantes ha sido víctima del desplazamiento forzado a causa de la violencia.

El informe señala que hasta 2018, alrededor de 247,000 compatriotas habían experimentado este flagelo, pero la cifra ha aumentado y ahora supera los 300,000 hondureños.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), identifica cuatro grupos que sufren con mayor fuerza este problema: los comerciantes, amas de casa, maestros y menores de edad.

«Es preocupante, porque los docentes de diferentes niveles educativos están sufriendo violencia, amenazas y extorsión. Aquí el desplazamiento forzado afecta a toda la familia», dijo Elsy Reyes, defensora de movilidad urbana del Conadeh.

Según Conadeh, los principales factores que generan el desplazamiento forzado son las amenazas, la extorsión y el asesinato de algún miembro de la familia, generalmente perpetrados por el crimen organizado o maras y pandillas.

De acuerdo con el estudio de Acnur, el desplazamiento forzado se concentra en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Olancho y Atlántida, que suman el 76% de los hogares desplazados.

No obstante, la investigación también reporta algunos casos de desplazamiento en los departamentos de Santa Bárbara y Yoro.

Además de este flagelo, se registran desapariciones que en los últimos 18 meses suman 76 casos en 13 departamentos, según datos del Conadeh y el Observatorio Nacional de la Violencia (ONV).