Pobladores de colonia Guillén vuelven a sus casas a pesar de falla geológica

Pobladores de colonia Guillén vuelven a sus casas a pesar de falla geológica

TEGUCIGALPA. Tras casi cuatro meses de haber abandonado sus hogares por una falla geológica que amenazaba sus vidas y ser llevados a un albergue temporal con la esperanza de ser reubicados en otro lugar, muchos de los habitantes de la colonia Guillén se cansaron y ayer decidieron volver a sus casas en la «zona cero», aunque ello signifique correr el riesgo de que junto con sus viviendas sean «tragados» por la fractura del terreno.

Literalmente la familias de esta colonia, así como salieron en éxodo, así retornaron, trayendo sus enseres domésticos y hasta sus mascotas, pues aseguraron que no podían seguir viviendo a la deriva y solo con la promesa de una vida mejor en otra zona.

Pese a que las autoridades declararon esa y otras colonias adyacentes zona de riesgo por la activación de una falla geológica en el Reparto, las familias tomaron la decisión, por la falta de respuesta de las autoridades para reubicarlos.

Algunos habitantes aseguraron que “no paso nada, y nosotros estamos viniéndonos otra vez. No nos da temor de que se nos caigan las viviendas, tenemos fe en Dios que eso no va a ocurrir. Y algunos vecinos estuvimos en una iglesia, pero ahí no podíamos seguir, por lo que tomamos la decisión de volver”.

Lamentaron que no tuvieron una respuesta contundente y que nos les quedó de otra que regresar a la colonia Guillén, pues no cuentan con el dinero para construir sus hogares en otras zonas menos peligrosas.

Los afectados por la falla, aseguraron que, en el sector de Villa Solidaridad, aun no se ha colocado ni la primera piedra y que esperaban que este mes se comenzara con los trabajos, pero aún el predio hasta enmontado está.

Dato
El pasado 12 de septiembre unas 60 familias que vivían en la colonia Guillén, fueron evacuadas por personal de la Alcaldía Municipal del Distrito Central y de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), al activarse una falla geológica que ponía en riesgo sus vidas.
Las paredes de algunas viviendas quedaron a punto de partirse en dos al formarse profundas grietas que, con las lluvias se podían derrumbar. De igual manera, las rajaduras y hundimiento de suelo amenazan con “tragarse” las casas si el terreno se satura aún más con agua.

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