Semana de terror para la Justicia: Daniel Ortega y su esposa hicieron una purga de más de 200 jueces y funcionarios

Semana de terror para la Justicia: Daniel Ortega y su esposa hicieron una purga de más de 200 jueces y funcionarios

NICARAGUA. El Poder Judicial vive sus días más bajos esta semana después que un operativo policial dirigido desde la Presidencia de la República descabezara a ese poder del Estado y destituyera “de hecho” a por los menos cien altos funcionarios, entre ellos tres magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), según han informado fuentes extraoficiales.

El golpe, atribuido a la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, comenzó desde el pasado 21 de octubre a través de una ocupación policial y se ha realizado con total hermetismo oficial.

Hasta ahora el régimen de Ortega no se ha pronunciado sobre los eventos, y ninguno de los afectados ha dado declaración pública alguna sobre lo que juristas nicaragüenses y medios de comunicación han llamado “asalto a la Corte Suprema”, “golpe de Estado” o “terremoto en la Corte”.

Sin embargo, fuentes de adentro del sistema judicial han relatado a condición de anonimato que el edificio de la Corte Suprema de Justicia está tomado por policías de uniforme y de civil, quienes deciden quién entra y quién sale de esas instalaciones.

El sistema judicial ha sido una de las principales herramientas de Daniel Ortega para establecer la dictadura en Nicaragua. Ortega mantiene un control total sobre el Poder Judicial al que ha llenado de funcionarios leales a su régimen.

En 2011 se reeligió por primera vez amparado en una resolución de la Sala Constitucional de la CSJ, a pesar de que la Constitución Política lo prohibía expresamente.

Jueces y magistrados condenaron a centenares de presos políticos en juicios en los que no se le permitía el derecho a la defensa y fueron ejecutados de forma exprés, a veces, en horas de la madrugada. Muchos jueces y funcionarios judiciales participaron como paramilitares en la represión violenta a los ciudadanos que protestaron en 2018.