CRISIS GEOENERGÉTICA MUNDIAL

CRISIS GEOENERGÉTICA MUNDIAL

La crisis energética ya se miraba venir desde el año pasado. Luego de los acuerdos de la COP26 en Glasgow, Escocia que implicaron prescindir del patrón carbón y, progresivamente, reducir la dependencia de la matriz de hidrocarburos.

El año pasado Europa sufrió importantes efectos por el cambio climático, destacando las impresionantes inundaciones. Europa encontró que la matriz verde (energía fotovoltaica y la eólica) resultaban insuficientes para atender sus demandas.

El gas natural surgió como la gran alternativa. Europa depende, en promedio, en un 40% del gas natural que le provee Rusia. Y entonces, emergieron los intereses geopolíticos y geoeconómicos (la gran importancia mundial que esta temática adquiere obliga a usar el término geoenergéticos).

Por un lado, el temor ancestral a depender de Rusia hizo que Europa, empujada por Estados Unidos (EUA), despertara su miedo hacia Rusia. El tema geoeconómico se basa en que el gran competidor de Rusia en la provisión de gas a Europa es EUA; Pero EUA provee gas licuado que requiere dos reconversiones y su transporte hasta Europa, obligadamente, tiene un precio más alto. Así resulta que el costo de la energía y su poca oferta ha creado una crisis geoenergética; y, toda crisis, demanda ser resuelta: de un modo u otro.

A Rusia esta decisión de Europa de no comprarle gas natural y petróleo puede no afectarle tanto. Rusia tiene dos importantes clientes: China e India que, siendo los países con la mayor población del mundo y con la producción más elevada del planeta, son sedientos de energía. Rusia ya acordó dos gasoductos hacia China, uno que transportará 10 mil millones de metros cúbicos de gas al año y otro, vía Kazajstán, que servirá 600 mil millones.

Noruega, el gran productor de gas y petróleo de Europa, podría verse compelido a aflojar sus políticas ambientalistas y aumentar su producción para atender a los europeos. Europa podría retomar la matriz de carbón y petróleo.

China, nuevo productor de petróleo, quizás como previsión a esta posibilidad, ya ordenó parar sus exportaciones de diésel. Quizás busca asegurar la atención de su propia demanda y, quizás, impactar la esperada caída del capitalismo aportando a la inflación mundial.

Esta crisis geoenergética va a producir un realineamiento geopolítico. En este proceso resultarán beneficiados algunos países latinoamericanos productores de petróleo: Venezuela y México. Las necesidades de occidente podrán reabrirles las puertas y reducirles las sanciones para que retomen su capacidad productiva. Otros países podrán ver estimulada su industria petrolífera como Ecuador, Guatemala, Colombia, Argentina, Guyana, Chile y Brasil. Y otros, que han estado estratégicamente en reserva, podrán ser incluidos en esta necesidad de incrementar la oferta.

 

 

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