María: “Hay que recordarles a los hombres que cuando nos pegan a nosotras es como que le peguen a su mamá”

REDACCIÓN. Sentada en una pequeña silla de la Oficina Municipal de la Mujer (OMM), María (nombre ficticio por seguridad) con su mirada hacia el suelo, sus manos aún temblando de terror al rememorar su pasado al lado de un hombre que juró ser el amor de su vida, pero con el tiempo se convirtió en el verdugo que casi acaba con su humanidad,
relató al equipo periodístico de Más Noticias Televisión Diario Digital cómo la inmadurez y el anhelo de un amor, la llevó a tomar daciones equivocadas aún en contra de los buenos deseos de su familia, de quien fue alejada para ser víctima de la violencia doméstica, que casi le cuesta la vida.

“Tenía 15 años y como toda adolescente entré en rebeldía, pues mi padre era un hombre estricto, pero él nunca fue grosero conmigo, me pedía que dejara de andar con gavillas, pero yo fui muy terca y no le hacía caso y me escapaba para ir a ver fiestas. Una conocida me hizo creer que era mi amiga y me llevó a un baile donde conocí al muchacho y él me gusto, él tenía 27 años y ante mi poca edad, él me manipuló, me hizo ver que no les hiciera caso a mis papás, y que me fuera de la casa con él, fue entonces que a los dos meses de la relación me escapé para vivir con él”, recordó María.

Conforme María relataba su historia, su rostro en el que en un momento se pintó una sonrisa, cambio, mostrándose sombrío, triste, como si algo dentro de ella aún siguiera quebrado. “A principio nunca le noté nada malo, el problema fue cuatro meses después que comenzó a limitarme, me decía que no me quería ver con ropa corta, sino con faldas largas. Él se enojaba mucho. Cuando cumplí cuatro meses de estar con él, me exigió que no hablara con sus hermanos, ni con nadie, ahí comenzó el cambio”.

Con lágrimas y visiblemente aún muy afectada por lo sucedido hace seis años, María recordó cómo incluso su suegro quiso abusar de ella, aprovechando que su pareja sentimental no estaba en la casa. “Me llevó a la fuerza a un cuarto de la casa y yo no me dejé abusar, forcejé tanto para evitar que me hiciera daño. Una familiar fue mi ángel, pues llegó y evitó que me violara. Yo le dije a mi expareja y él no me creyó, siendo ese el primer día que me comenzó a golpear de forma salvaje”.

Al rememorar aquel momento, María quien ahora tiene 28 años, dijo en un tono de voz cómo el de una niña, “fue triste por que toda la imagen que tenía yo de él, se me mató en ese momento. Desde ahí comenzó mi martirio. Aguanté, y aunque quise hablarles a mis papás no pude, pues no me dejaba salir, me mantenía como prisionera, cuando él quería abusaba de mi”.

Indicó que «fueron tres años de oscuridad para mí, pues salí embarazada en dos ocasiones, y en las dos ocasiones a puros golpes y patadas puntapié) me hizo abortar, me decía que yo no era digna de tener hijos y que era poca cosa. Yo le dije a mi Señor que me ayudará, pues me golpeaba muy fuerte y dolía mucho, a veces le decía, ya no me pegués, porque duele, y él seguía y seguía, hasta que un día una vecina me ayudo”.

EL ESCAPE
En un principio María pensó que en ese lugar en el occidente del país iba a morir y nadie se daría cuenta, “los cuatro años y cinco meses en los que viví una tortura, decidí ponerles un alto y aproveché el momento en que él (expareja) se puso a consumir alcohol con sus amigos, le quité las llaves de la casa, abriendo con cuidado el portón para luego escapar corriendo. Mi vecina me dijo hacia dónde tenía que correr y dónde me iba a esperar.
Salí corriendo sin ver hacia atrás, y al llegar a un callejón ahí me estaba esperando ella con un carro, al que me subí en la paila, y para evitar que me vieran pusieron sobre mí bolsas color negro, y fue así que dejé atrás a mi torturador, y logré escapar de la muerte y regresar a la casa de mis padres, aunque él (expareja) me comenzó a buscar”.

La mujer confesó que por temor no puso ninguna denuncia y que al final su expareja tuvo un final triste, pues al cumplir cinco años de haberse separado de él, se dio cuenta que lo habían matado. “Ese día yo respiré profundamente y me dije, ya se acabó este martirio, ya no seguiré con temor, porque hasta para salir a calle tenía miedo”.

AYUDA
María tras ese episodio de su vida, ha encontrado refugio en la Oficina Municipal de la Mujer (OMM) de San Pedro Sula, donde le apoyan psicológicamente y hasta en capacitación para seguir adelante sin temor a nada.
“En la OMM me han apoyado mucho, me han dado enseñanza, palabras de aliento, al grado que rehice mi vida con un hombre que me cuida y me ha dado tres hermosos hijos, los que son ahora el motor que me impulsa para seguir adelante”.

CONSEJO
María ahora recuerda con tristezas esos momentos de su vida, al tiempo que aconseja a las mujeres a no dejarse, “desde el momento que la pareja de uno le es infiel, y le levanta la mano a uno o hace el mate que le va pegar y le dice a uno que es broma, no crean eso es mentira, desde ahí sepárese, pues es así como la violencia domestica comienza”.

VIOLENCIA DOMÉSTICA
Mañana en Honduras se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, aunque diversas organizaciones efectúan actividades para exigir un alto a la violencia la realidad sigue siendo alarmante.

En octubre de 2023, los Juzgados Especializados contra la Violencia Doméstica en Honduras recibieron un preocupante total de 2,208 denuncias, revelando una escalada de la violencia de género en el país.
Más de 57,000 denuncias por violencia doméstica reportó el 911 entre 2022 y 2023.
Gracia María Hernández, coordinadora de la Unidad de Género del Poder Judicial, informó que 1,949 de las denuncias, el 88% del total, provienen de mujeres, denotando la vulnerabilidad de este grupo ante la violencia física, psicológica, económica y sexual.
Las cifras por el Ministerio Público y el Sistema de Emergencia del 911 resaltan la magnitud del problema, con 14,414 denuncias por violencia doméstica atendidas y 57,473 registradas respectivamente en el período de enero de 2022 a septiembre de 2023, según información de Criterio.

En los últimos cinco años unas seis mil mujeres han perdido la vida de forma violenta, detalló la secretaria de Estado en el despacho de Asuntos de la Mujer, Doris García.
“Andamos rondando los 6 mil (casos de muertes violentas), en los últimos cinco años, las mujeres somos vidas humanas, los tres poderes del Estado tenemos que articularnos”.
La reacción pronta oportuna y efectiva la tienen que hacer de forma articulada el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Lamentó que, según el Observatorio de la Violencia de la UNAH, ya se registran 308 mujeres asesinadas y si se proyecta a diciembre el número será mayor.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), destacan yo que 42 de cada 100 mujeres sufrió violencia psicológica, 31 violencia patrimonial, económica o discriminación, 27 sexual y 10 física.

La encuesta del INE también detalla que dos de cada cinco mujeres y niñas han sufrido violencia en el ámbito público, tres de cada 10 en el sector laboral y una de cada seis en el educativo.

A lo anterior se le agrega que una de cada 25 mujeres encuestadas precisó que ha sido víctimas de violencia a través de redes sociales o y entornos digitales a lo largo de su vida, mientras que una de cada 50 lo experimentó en los 12 meses previos al levantamiento de la encuesta, que comenzó en noviembre de 2022.

Además: El Observatorio de DDHH de las mujeres del CDM registró 24 femicidios durante el Feriado mes de octubre, sumando un total de 341 muertes violentas de mujeres hasta el 31 de octubre 2023.