Nuestra desgracia

Desde nuestra niñez hemos escuchado las más grandes mentiras de nuestro glorioso pasado, sin percatarse quiénes crearon tan genuinas y geniales mentiras que, si bien es cierto han cautivado a las grandes multitudes de idiotas, por medio de una evasión indulgente; sus mitos o resisten la luz del día y por eso han necesitado la protección de las mentes abyectas a las tinieblas y al descaro para sostenerse.

Estos mitos han hecho de nosotros, seres incapaces de afrontar las manchas del pasado sin que perdamos la esperanza en el futuro, dichas mentiras nos han convertido en verdaderos perdedores, atrapados en un futuro sin raíces; de allí que adoptamos con avidez costumbres y valores ajenos a nuestra idiosincrasia, por eso las mayorías piensan y creen que tienen la opción de convertirse en ciudadanos de otras latitudes.

Desde la independencia de la corona Española hemos sido gobernados por personajes oscuros, que no tienen un solo cabello que merezca salvarse del averno: pues estos pendejos no se han dado cuenta de que, la vida humana es un proceso, en que las faces de desarrollo del futuro, están siempre condicionadas por las faces precedentes, que dicho proceso una vez se interrumpa ya no se puede reanudar; de vez en cuando me he preguntado ¿Cómo podemos exigir, tan elevadas tareas a personajes tan ignorantes que nos han desgobernado? Que sus pensamientos y enfermizos y deseos son contrarios a la razón: si desde su nacimiento son programados para ser saqueadores de los tesoros públicos, pero eso, si desde la llanura se vuelven denunciantes de la corrupción, ¡vaya paradoja¡!

Tenemos una larga historia de abusos de los políticos, porque se amparan en que se puede violar la Ley desde su posición, porque esa misma Ley los protege de alguna manera, porque ellos eligen el Poder Judicial y, es así que tenemos un sistema clasista de feudos de poder, por medio del cual se elige a quien robar para darle algunas dádivas a sus seguidores y, así tenemos un sistema ideado para generar más corrupción que riqueza.

Ya dediqué parte de este artículo a los ladrones que han gobernado, hoy hablaré de la masa que vive encerrada en sus minúsculos linderos individuales, perdida en las tinieblas de su ignorancia y que se siente orgulloso de ser tonto y se ha instalado en su torpeza que, por desgracia son muchos y, muy peligrosos porque son los que eligen a los presidentes.

De esa etapa primitiva del lumpen, se aprovechan las élites políticas para engañar por los medios masivos de comunicación, como los mitos de las riquezas que tenemos, por ejemplo, que somos un país privilegiado por nuestra ubicación geopolítica que tenemos dos océanos que bañan nuestras costas, que tenemos una enorme cantidad de recursos naturales, siendo este un cóctel de mentiras con unas pequeñas cerezas de verdad: porque si esto fuera cierto como se explica que cada día cae nuestro nivel de vida y que estamos en el segundo lugar de pobreza en el hemisferio occidental y, si tenemos esa riqueza que dicen, porque no vivimos como país del primer mundo.

Aunque tengo que admitir que nuestra culpa no es el único factor ni siquiera es el factor determinante, porque muchas de esas cosas del hondureño si bien tienen parte de verdad también tiene imprecisiones, porque hay hondureños conscientes que tienen metas claras, pero por desgracia son muy pocos.

Pera para nuestra desgracia la masa irresponsable es la mayoría y, esta vive varada en nuestra sociedad y no vive con ella ni para ella, sino como lumpen exigiendo dádivas a los saqueadores del erario y, como verdaderos esclavos de la ignorancia, es adulador y sumiso con el político en el poder, pero eso sí estos pendejos son altaneros e injusto con los de su misma clase, este tipo suele envidiar al hondureño consciente y es el que más discrimina y desprecia lo hondureño.